El triángulo de fuego está compuesto de oxígeno, calor y combustible. A veces se le llama tetraedro de fuego debido a un cuarto componente, las reacciones químicas. Los incendios comienzan solo con los primeros tres elementos, pero no pueden permanecer encendidos sin el calor producido por las reacciones químicas.
Los incendios se apagan eliminando uno o más elementos en el triángulo del fuego o rompiendo la reacción química que crea los gases inflamables que mantienen el calor. Los incendios que no se apagan durante la etapa de ignición se propagan por la transferencia de energía térmica de las llamas. Se pueden producir condiciones desastrosas como vuelcos y flashovers si los incendios se dejan encendidos en espacios sin ventilación.
