Los elementos maleables incluyen 38 metales de transición de la tabla periódica que se pueden moldear en varias formas o láminas delgadas. Estos metales a menudo tienen un brillo brillante y conducen muy bien el calor y la electricidad. Los elementos comunes de este tipo incluyen cobre, zinc, titanio, hierro, níquel, plata, platino, oro y manganeso.
La capacidad de ser maleable y conductor tiene que ver con el único electrón en la capa externa de estos átomos. La maleabilidad se refiere a la propiedad que permite que los metales se martillen en diferentes formas sin destruir la composición química del metal. Estos elementos también son dúctiles, lo que significa que se pueden convertir en cables. Los herreros, junto con las fábricas industriales modernas, martillan el hierro, el cobre y el titanio en varias formas para ollas, cuencos, espadas, cuchillos, piezas de automóviles y herramientas. Esta remodelación se realiza a altas temperaturas.
Otras características de estos metales incluyen altas densidades, altos puntos de fusión y lustres brillantes. Cobre, plata, oro, níquel y platino son ejemplos comunes de metales de transición que son brillantes. Imagina monedas brillantes hechas de cobre y níquel, y piensa en anillos ornamentales hechos de plata, oro y platino.
La forma de los átomos de metal de transición permite que los electrones se agreguen o se suelten de la capa externa de las nubes de electrones. Esta misma propiedad significa que algunos metales de transición son magnéticos cuando un campo eléctrico pasa a través del elemento.