Los colores fríos incluyen diferentes tonos de azul, verde y púrpura. Algunas veces también incluyen tonos de gris. Son lo opuesto a los colores cálidos, y su menor saturación produce un efecto calmante y calmante.
La idea de colores fríos y cálidos es un componente de la teoría del color, que explica los efectos visuales y emocionales de combinar colores diferentes. En una rueda de colores, los colores fríos están en un lado y los colores cálidos en el otro. Púrpura y verde se colocan más cerca de los colores cálidos. Esto significa que se pueden mezclar con otros colores para crear tonos cálidos, dependiendo de qué color de la mezcla sea más dominante. Usar diferentes combinaciones de colores es una manera de crear diferentes efectos visuales.
Los colores fríos como el azul, el verde y el púrpura crean un ambiente relajante y no superan otros colores ni estimulan demasiado la mente humana. Dan la impresión de retroceder en el espacio, por lo que se utilizan para hacer que las escenas parezcan más grandes, especialmente en el diseño de interiores. Debido a que son calmantes, funcionan bien como colores de fondo o para crear escenas plácidas en arte como aguas tranquilas o un cielo azul. En contraste, los colores cálidos, incluidos el rojo, el amarillo y el naranja, son fuertes y abrumadores. Tienen una mayor saturación y se usan para resaltar las cosas o para hacer una declaración.