Las palomas son comúnmente vistas como símbolos de paz, amor y esperanza. Algunas culturas antiguas ven a las palomas como figuras maternas que simbolizan la naturaleza y la comodidad maternas.
Las palomas están estrechamente relacionadas con el judaísmo y el cristianismo. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, la paloma se representa como un mensajero de Dios o como su familiar. Las palomas se consideran puras debido a su papel típico como mensajero o símbolo del Espíritu Santo; a menudo aparecen junto a la virgen maria. Las palomas también son comunes en la mitología islámica. Un vínculo común entre las tres religiones abrahámicas es la imagen de una paloma que lleva una rama de olivo, simbolizando la paz.