Un disco que está "protegido contra escritura" significa que su contenido no se puede alterar, eliminar o formatear. Esto evita las modificaciones no autorizadas en el disco y protege los datos almacenados allí. Cualquier forma de almacenamiento informático puede utilizar protección contra escritura.
Los primeros disquetes usaban un agujero o una muesca para instituir esta característica. Los discos duros requieren un ajuste de la configuración del software para implementar la protección. Las unidades o tarjetas flash USB pueden tener un interruptor físico en el exterior del dispositivo o una alteración del software. El término también se puede usar como sinónimo con la frase "solo lectura". Ambos significan que los datos contenidos en ellos no pueden ser manipulados.