Durante los primeros días después de una perforación de la lengua, se requiere una dieta líquida; en el mes posterior a la perforación de la lengua, deben comerse alimentos blandos, como el arroz y los plátanos, colocados directamente sobre los molares. Los alimentos blandos y pegajosos como el puré de papas y la harina de avena pueden ser problemáticos, ya que pueden adherirse a la nueva joyería.
Es importante evitar los alimentos picantes, salados y ácidos, así como cualquier cosa aceitosa o caliente. Los alimentos fríos pueden ser calmantes después de una perforación de la lengua.
También es importante enjuagar la boca después de comer, sin importar qué comida se coma, para prevenir infecciones. Sin embargo, deben evitarse los enjuagues bucales que contengan alcohol para este propósito, ya que pueden causar irritación y demoras en la curación.