Antes de solicitar una reparación del acondicionador de aire, el usuario debe asegurarse de que la unidad esté enchufada y que el disyuntor o el fusible estén encendidos y funcionen correctamente. También debe asegurarse de que el termostato esté ajustado a una temperatura adecuada.
Si hay hielo en la unidad, el problema puede deberse a un mal funcionamiento de la correa del soplador. El propietario debe revisar el cinturón para ver si está demasiado suelto, roto o agrietado y reemplazarlo si es necesario. La unidad debe estar libre de hielo antes de reiniciar. El hielo en la unidad también puede ser causado por bobinas sucias o un filtro obstruido. El usuario debe limpiar estas piezas y permitir que el hielo se derrita antes de reiniciar el aire acondicionado.
Si la temperatura exterior es inferior a 70 grados Fahrenheit, es posible que el compresor de un aire acondicionado de ventana no se encienda. Las temperaturas exteriores más bajas pueden hacer que el serpentín interior se congele o se congele, lo que limita la capacidad de enfriamiento de la unidad. Cualquier obstrucción en la salida del acondicionador de aire, como cortinas o persianas, puede hacer que la unidad no se enfríe de manera eficiente y debe eliminarse. Las habitaciones muy calientes tardan más en enfriarse, ya que el calor se almacena en las paredes, muebles, alfombras y cortinas.