La membrana celular es esencial para la vida de la célula y sin ella, la célula muere. Si todas las células de un organismo mueren repentinamente, el organismo muere también.
La membrana celular proporciona varias funciones vitales para la célula. Las paredes celulares anclan el citoplasma y mantienen la forma de la célula. Es una membrana selectiva, semipermeable que permite que la célula mantenga la homeostasis al regular lo que permite que ingrese a la célula. Las células absorben los nutrientes a través de la membrana celular y expulsan los desechos a través de la misma membrana utilizando el transporte activo y pasivo. En plantas, hongos y algunas bacterias, una pared celular externa proporciona soporte mecánico para el organismo. En organismos complejos, la pared celular se adhiere a las paredes celulares de otras células para formar tejidos, órganos y, en última instancia, el organismo. La membrana celular incorpora proteínas específicas que son señales moleculares que las células utilizan para comunicarse entre sí. Estos receptores de proteínas reciben señales de otras células y del medio ambiente. Ciertas hormonas que se unen a una célula hacen que los canales iónicos se abran para permitir que los iones de calcio entren en la célula. Otras proteínas incrustadas en la membrana celular son marcadores para identificar la célula a otras células. Estas interacciones son esenciales para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico de un organismo.