El principal componente del hueso que le da fuerza es el fosfato de calcio. Mientras que el calcio da fuerza a los huesos, el colágeno es el ingrediente que da flexibilidad a los huesos. Las células óseas reemplazan el hueso dañado para que se mantengan fuertes y saludables.
La formación de hueso ocurre mientras una persona está creciendo. Debido a esto, los huesos crecen rápidamente en tamaño y fuerza durante la infancia y llegan a la pubertad con poca pérdida ósea. Cuando una persona alcanza la edad de 20 años, la formación ósea y la pérdida ósea tienden a compensarse. A los 30 años, la pérdida ósea se produce con más frecuencia que la formación de hueso.
Los tres factores necesarios para mantener los huesos fuertes son el calcio, el ejercicio con pesas y la vitamina D. Debido a que el calcio es crucial para el desarrollo y mantenimiento de la fortaleza ósea, es importante comer y beber alimentos y bebidas con alto contenido de calcio tomar suplementos de calcio. La pérdida ósea en algunas personas mayores puede conducir a la osteoporosis. También es importante tomar vitamina D, así como comenzar un régimen de ejercicio en la adolescencia y mantener ese régimen hasta la edad adulta. Las mujeres posmenopáusicas están especialmente en riesgo de pérdida ósea. Las mujeres pueden perder hasta el 20 por ciento de la densidad ósea en sus últimos años a medida que disminuyen sus niveles de estrógeno.