La capa de ozono, también llamada estratosfera, tiene la función principal de absorber la luz solar ultravioleta. La absorción de los rayos ultravioleta tiene muchos efectos, como la regulación de la temperatura atmosférica y la protección de las entidades biológicas.
Cuando la capa de ozono absorbe la radiación ultravioleta del sol, crea una fuente de calor y regula la temperatura de la atmósfera terrestre. Si el ozono no filtrara la radiación ultravioleta del sol, la mayor parte alcanzaría la superficie de la Tierra, lo que sería peligroso para las plantas y los animales. Los investigadores realizaron experimentos en los que las plantas, los animales y los seres humanos fueron expuestos a la radiación ultravioleta, y los resultados mostraron que la radiación tuvo resultados dañinos.
Dentro de la capa de ozono, las moléculas de ozono se forman y destruyen constantemente. La cantidad total de ozono por lo general permanece estable pero puede variar con las manchas solares, las estaciones y la latitud. Los científicos han establecido niveles normales de ozono en condiciones naturales y notaron que la capa de ozono se está agotando debido a factores externos.
El principal factor externo en el que se enfocan los científicos es el uso de clorofluorocarbonos, o CFC, en refrigerantes, solventes y otras aplicaciones. Cuando los CFC se descomponen, liberan cloro atómico, que puede destruir más de 100,000 moléculas de ozono por molécula de cloro. Muchos experimentos han demostrado que los CFC y otros productos químicos producen aproximadamente el 84 por ciento del cloro en la capa de ozono. Las medidas tomadas para reducir los CFC han mejorado la capa de ozono, y se especula que volverá a la normalidad después de muchos años.