La autoestima de un individuo puede verse afectada por factores genéticos y ambientales, y la baja autoestima a menudo comienza en la infancia. Una persona que experimenta una infancia abusiva o que no tuvo suficiente la aprobación de las figuras de autoridad, siente que su autoestima se basa en logros o se siente excluida a menudo tendrá una baja autoestima.
Otros factores que afectan la autoestima incluyen:
- estar desempleado
- Tener dificultades para tomar decisiones en la vida, como elegir una profesión
- Tener mala salud psicológica, como ansiedad o depresión
- Comparándose con otras personas exitosas o con imágenes de medios de las personas.
Los signos de mala autoestima incluyen:
- Sentirse mal con uno mismo
- Tener un sentido negativo de autoestima
- Evitar pasar tiempo con otros
- Participar en actividades que no son buenas para uno mismo
- Evitar probar cosas nuevas
- Sentirse celoso de los demás
- Sentirse devastado si uno falla en una actividad en particular.
Los signos de una buena autoestima incluyen:
- Sentirse "suficientemente bien" a pesar de no sobresalir en todo
- Sentir el derecho a ser reconocido y respetado
- Sentirse capaz de decir lo que piensa
- Aceptación de que las personas no siempre se agradarán entre sí
- La capacidad de pedir ayuda si es necesario
- Sentirse cómodo al acercarse a otras personas.
La autoestima no se basa en qué tan bien se está desempeñando una persona, sino en cómo esa persona se ve o experimenta a sí misma.