La "Primera Dama" de una iglesia es la esposa del pastor. La Biblia no establece ningún papel específico para la esposa del pastor, pero por lo general ella apoya el llamado de su esposo y trabaja con él para llevar a cabo los trabajo.
Las Asambleas de Dios alientan a la esposa de un pastor a usar su corazón, mente y manos para apoyar el ministerio de su esposo. Su corazón influye en sus sueños y actitud. Sus sueños le dan un propósito y definen su vocación, y su actitud influye en quienes la rodean, incluidos los miembros de la congregación y sus hijos. Su actitud negativa puede desalentar a otros a servir a Dios o influir en la perspectiva de la iglesia de sus hijos.
La esposa del pastor usa su mente a través de sus elecciones y su Biblia. Puede elegir sentir pena por ella misma y desanimarse con las pruebas que Dios le ha dado, o puede elegir salir adelante de las heridas del pasado. Leer la Biblia proporciona orientación sobre por qué Dios la ha elegido para el ministerio. Por ejemplo, Santiago 1:22 alienta a los lectores a hacer lo que dice la Biblia, en lugar de solo leer las palabras.
La esposa del pastor usa sus manos a través de su familia y sus regalos. Ella debe dedicar tiempo a su congregación mientras crea una unidad familiar fuerte y saludable. La esposa de cada pastor tiene diferentes dones para compartir con su congregación. Ella descubre estos regalos haciendo algo que le gusta y compartiéndolo con su congregación.