La administración intravenosa de más de 30 miligramos de sulfato de morfina o morfina a un adulto normal puede causar efectos tóxicos graves, incluida la muerte, según DailyMed. Sin embargo, debido a que la morfina es una opiáceos, determinar una dosis letal estándar es difícil.
Se cree que los bebés y los niños son más sensibles a la morfina y otros opiáceos en función de su peso corporal, explica DailyMed. Los ancianos también son menos tolerantes a la morfina y otros opiáceos.
Un síntoma grave de tomar demasiada morfina es la depresión respiratoria, que puede incluir cianosis, respiración de Cheyne-Stokes y disminución del volumen tidal y /o frecuencia respiratoria. Otros síntomas graves incluyen: piel fría y húmeda, hipotensión, bradicardia, flacidez del músculo esquelético y somnolencia extrema que conduce a un coma o estupor. La sobredosis intravenosa grave puede provocar un paro cardíaco, colapso circulatorio, apnea o muerte, afirma DailyMed.
La inyección de morfina se usa para aliviar el dolor crónico o agudo, o para complementar la anestesia durante la cirugía, como analgésico durante el parto o como un sedante preoperatorio, según DailyMed. La morfina también se puede administrar a pacientes que sufren de edema pulmonar agudo para aliviar la ansiedad y por sus efectos en el sistema cardiovascular, a menos que la condición sea causada por un agente químico irritante. También es un fármaco preferido para aliviar el dolor relacionado con el infarto de miocardio.