En tuberías, una conexión cruzada es aquella en la que la tubería de suministro de agua de la ciudad entra en contacto con una fuente que podría contaminar el agua. El flujo de retorno de la conexión cruzada es lo que contamina el agua.
La solución principal para una conexión cruzada es eliminarla aislando cada tubería. Además, evitar la acumulación de agua puede ayudar a prevenir problemas con las conexiones cruzadas que contribuyen al reflujo. Los propietarios de viviendas deben conocer los posibles lugares donde ocurren estas conexiones y trabajar para solucionarlos, ya que pueden contaminar el suministro público de agua si no se controlan. Los plomeros autorizados deben poder resolver el problema.