Una característica física de una cobra es la capucha distintiva utilizada para propósitos territoriales, el apareamiento y el ataque. Cuando la capucha no está en uso, está floja y apretada contra el cuerpo de la serpiente. Aunque no tiene ninguna función práctica, el capó muestra agresividad y es útil para cortejar.
Cuando una cobra se siente intimidada, la serpiente crea una capucha delgada al flexionar sus costillas y rodear sus cuellos con exceso de piel. La capucha ofrece la ilusión de un cuerpo más grande, que es útil para aparearse y prevenir posibles peligros. Además de la capucha, la cobra generalmente levanta su cuerpo del suelo.