Un transformador reductor es un dispositivo eléctrico cuyo voltaje primario es mayor que su voltaje secundario. Los transformadores transfieren energía entre circuitos que utilizan la inducción electromagnética. Usando diferentes campos magnéticos, los transformadores están diseñados para cambiar eficientemente los niveles de voltaje dentro de las redes de energía.
Los transformadores son críticos para la distribución y el uso de energía eléctrica al aumentar el voltaje antes de transmitir energía a través de cables a largas distancias. Los transformadores también permiten que las plantas de energía se ubiquen de forma remota desde donde se usa la energía. La mayor parte de la energía eléctrica del mundo pasa a través de una serie de transformadores antes de llegar al usuario final. Los transformadores también disminuyen el voltaje según sea necesario para los usuarios finales. Por ejemplo, se utilizan para aislar hogares individuales de la tensión de alimentación total. Los transformadores suelen durar de 20 a 25 años porque no tienen partes móviles que puedan romperse.
Se utiliza una amplia gama de tamaños y diseños de transformadores en aplicaciones de energía eléctrica. Los enormes transformadores se conectan directamente a la red eléctrica y pesan cientos de toneladas. Están hechos con dos o más bobinas de alambre aislado, que se enrolla alrededor de un núcleo de hierro. El voltaje se aplica a la bobina primaria, que magnetiza el núcleo de hierro. El núcleo crea voltaje en la otra bobina, conocida como la bobina secundaria o de salida. El número de vueltas en el cable a medida que se enrolla determina el voltaje disponible del transformador.