Los ejemplos de comunicación no intencional incluyen: posturas, expresión facial, mirada, tono de voz y gestos mostrados a través del lenguaje corporal (cinética) y la distancia física entre comunicadores (proxémicos). Según los expertos, un porcentaje significativo de la comunicación humana es no verbal o no intencional. Las señales y comportamientos no verbales, como los apretones de manos y los peinados, revelan detalles sobre quién es una persona y tienen un impacto considerable en la forma en que una persona se relaciona con los demás.
Más a menudo, las personas comunican información de manera no verbal utilizando una mezcla de comportamientos. Por ejemplo, pueden combinar un ceño fruncido con los brazos cruzados y una mirada sin parpadear para denotar la desaprobación. Las señales no verbales pueden proporcionar pistas e información adicional y significado más allá de la comunicación oral (verbal). La comunicación no verbal establece el tono de una conversación y puede ensuciar seriamente el mensaje contenido en las palabras si no se tiene cuidado de controlarlo. Por ejemplo, si un individuo se encoge de hombros y se vuelve a encoger en su silla durante una reunión de negocios, lo hace parecer menos seguro. Esto puede hacer que las personas duden de su fuerza de contribución verbal. Por otro lado, inclinarse sobre el escritorio de un empleado e invadir su espacio personal es probable que convierta una conversación amistosa en una confrontación agresiva que haga que el empleado se sienta infravalorado y victimizado. La gente suele preferir la necesidad de espacio personal. Otras formas de comunicación son verbales (comunicación oral) y comunicación escrita.