Un cuento moral o moral es un tipo de historia, popular durante los siglos XV y XVI, que utiliza la alegoría para describir la lucha entre el bien y el mal, que a menudo culmina en una lección. Típicamente, los cuentos de moralidad presentan personificaciones o avatares de vicios y virtudes.
Los cuentos morales se clasifican como una forma de literatura didáctica, que enfatiza la necesidad de combinar el entretenimiento con información e instrucción. Las obras de la moral salvaron la brecha entre las obras de misterio cristianas y el teatro secular del Renacimiento. Los cuentos morales dirigidos a los niños eran abundantes, pero en la segunda mitad del siglo XIX se publicaron algunas de las obras más famosas de literatura infantil, como "Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas" y la serie Narnia. Los cuentos morales pasaron de moda y fueron reemplazados por historias de fantasía que exaltan la capacidad de alegría e imaginación de los niños. Estas novelas representan a los niños como seres puros e inocentes, un fuerte contraste con la creencia evangélica de que incluso los niños no están exentos de naturalezas pecaminosas.
Sin embargo, algunos estudiosos han argumentado que estas historias de fantasía también son una forma de historia moral, aunque sea una versión más sutil. Tanto los cuentos morales tradicionales como la literatura infantil de fantasía clásica buscan impartir lecciones cruciales a lectores jóvenes y retratar la búsqueda de un mundo ideal.