En el chamanismo, la cebra se considera un animal de poder que simboliza el equilibrio y la paz. Las cebras también representan la individualidad y la claridad sin filtro. En los estudios psíquicos, el patrón en blanco y negro de una cebra y la capacidad de camuflarse representan cambios dimensionales invisibles.
Las cebras también representan la conciencia y la autoprotección. Se cree que cuando un individuo tiene un encuentro con una cebra, ya sea en la vida de vigilia o por medio de un sueño, un cambio significativo está en el horizonte y la información importante está lista para salir a la superficie. Los encuentros con cebra también pueden significar la necesidad del individuo de estar al tanto de su situación actual y el entorno para realizar los cambios necesarios. La cebra representa los aspectos duales de las energías de ying y yang, enviando el mensaje de que todos los aspectos de la vida requieren equilibrio.
Las cebras están siempre en guardia y son muy conscientes de su entorno, listas para mezclarse con el paisaje en cualquier momento para evitar la confrontación con los depredadores. Las cebras no pueden dormir a menos que otro miembro de la manada esté despierto y de guardia. Estos aspectos simbolizan la necesidad humana de protección y asociación. Las cebras arriesgan sus vidas diariamente para alimentarse y proteger a sus crías, y sirven como un recordatorio de no dar nada por sentado.