La familia da forma a la identidad al afectar la autoconfianza, la identidad política y la identidad laboral, según Global Post. Aunque la identidad individual está influenciada por muchos otros factores, la familia es el primer grupo con el que se identifica un niño, y las interacciones familiares influyen en las actitudes y creencias hasta la edad adulta.
Las interacciones familiares pueden aumentar o destruir la autoconfianza de un individuo. Una familia comunicativa unida, por ejemplo, puede ayudar a los niños a adquirir confianza en sí mismos. Los niños a los que se les permite y se les anima a seguir sus propias decisiones, generalmente obtienen un mayor sentido de confianza e individualidad. Las actividades familiares, como acampar o servicio comunitario, también pueden inculcar habilidades que ayudan a los niños a desarrollar la confianza en sí mismos. A la inversa, una familia que a menudo critica el desempeño de un niño puede llevar a una autoestima reducida.
La vida familiar también puede influir en la identidad política. Las discusiones familiares sobre política suelen animar a los niños a participar más políticamente y tratar de buscar fuentes de noticias. Un enfoque en la política también puede hacer que los niños piensen más profundamente y de manera crítica sobre los eventos actuales y los problemas mundiales. Los niños que participan activamente en discusiones políticas familiares también tienen más probabilidades de asumir las opiniones políticas de sus padres.
La vida familiar también influye en la identidad ocupacional y en las elecciones de carrera. Las familias que hacen cumplir las normas y fomentan el trabajo arduo a menudo crían niños más motivados y ambiciosos. A la inversa, un entorno familiar hostil puede producir niños menos motivados que carecen de las habilidades para tener éxito en una carrera.