El Buda nació como un hombre ordinario llamado Siddhartha Gautama en 563 a. C. Su padre era el gobernante del pueblo Sakya, una tribu que gobernaba un área en la actual Nepal. Siddhartha llevó una vida de lujo y privilegio, pero a los 29 años, se dio cuenta de que el mundo estaba lleno de sufrimiento. Renunció a su noble nacimiento y se convirtió en un vagabundo ascético. Después de seis años, alcanzó la iluminación. Pasó el resto de su vida difundiendo su nueva filosofía.
A lo largo de su vida, Siddhartha fue protegido de los horrores del mundo. Sin embargo, un día se enfrentó a un anciano, un hombre enfermo y un cadáver. Luego vio a un hombre religioso cuyo rostro estaba lleno de felicidad y serenidad. Siddhartha estaba horrorizado por el sufrimiento que presenció. La constatación de que él también estaría sujeto a la vejez, la enfermedad y la muerte llevó a Siddhartha a una crisis personal, afirma la Enciclopedia de Historia Antigua.
Al recordar al hombre religioso, Siddhartha salió de su hogar para encontrar un medio para acabar con todo el sufrimiento. Durante los siguientes seis años, practicó el ascetismo extremo con varios maestros, pero no estaba satisfecho. Se sentó debajo de un árbol Bodhi y comenzó a contemplar cómo ni el placer extremo ni el dolor extremo alivian el sufrimiento humano. Pronto, Siddhartha entró en un estado meditativo profundo y obtuvo nirvana.
Habiendo alcanzado la iluminación, el hombre conocido como Siddhartha ya no existía. Ahora era el Buda, un título que significa "El Despierto". Se dio cuenta de que el fin del sufrimiento no podía lograrse al permitirse o abstenerse de los placeres terrenales. Más bien, era necesario un camino medio.
Durante los siguientes 50 años, el Buda viajó por el norte de la India para difundir las ideas que había obtenido de su iluminación. Murió a la edad de 80 años, muy probablemente de disentería.
