Como dice la famosa cita de Winston Churchill, "aquellos que no recuerdan la historia están condenados a repetirla". La historia es importante porque muestra tendencias de la cultura, la sociedad, la economía y otros aspectos de desarrollo humano. Al estudiar la historia, es posible encontrar causas y efectos de eventos importantes y usar el conocimiento para informar decisiones posteriores.
Sin comprender lo que sucedió en el pasado y cómo llevó a los eventos posteriores, es imposible hacer una conjetura educada hacia dónde conducen los eventos. El estudio de una historia más amplia, no solo del propio país, puede sacar a la luz los hilos comunes de la ocurrencia y mostrar temas como la escasez de recursos, la propaganda o las luchas políticas que afectan a todas las sociedades desarrolladas. También pueden ver qué cursos de acción se han intentado y ver qué sucedió.
La historia también puede ayudar a comprender climas sociopolíticos complejos. Todo lo que sucede es el resultado de algo que sucedió antes, que a su vez tuvo su propia causa. Para entender el clima político de Medio Oriente, uno tendría que entender las consecuencias de la Guerra Fría, y a su vez las Guerras Mundiales I y II, y así sucesivamente.
La historia es más que una serie de nombres y fechas para que los estudiantes memoricen para un examen; es toda la experiencia humana hasta el presente.