La selección en teoría económica se refiere a las formas en que los compradores filtran la información falsa de los vendedores, conservando solo lo que es verdad. La selección es especialmente necesaria en los mercados contemporáneos, ya que los productos son cada vez más complejos para el promedio consumidor. Los compradores no especializados de automóviles y otras tecnologías confían mucho más en la información proporcionada por los vendedores de lo que lo harían en un mercado agrícola, por ejemplo, donde el valor de los productos se evalúa fácilmente.
El problema se resume como uno de información asimétrica. En otras palabras, el vendedor tiene acceso a más información que el comprador.
También existen ejemplos de mecanismos de selección en el mercado laboral. Dado que los candidatos (vendedores) son una cantidad desconocida para los empleadores (compradores), los encargados de la contratación buscarán los méritos distintivos, como los títulos de posgrado y las recomendaciones de los asociados, en lugar de simplemente confiar en lo que el solicitante tiene que decir.
La detección se combina con el concepto de señalización. Esto se refiere a la forma en que los vendedores se ven obligados a señalar el valor de sus productos sobre los de otros. Pueden hacerlo mostrando su propia confianza en el producto mediante incentivos de compra como garantías y garantías de devolución de dinero. Para las grandes empresas, la señalización se puede automatizar en gran medida en forma de una marca bien establecida y confiable.