Las seis imágenes, a veces referidas como modelos, de la Iglesia son Institución, Comunión, Sacramento, Heraldo, Siervo y Comunidad. Como institución, la Iglesia está formada por edificios y tiene una estructura y reglas organizadas. Es jerarquía, no una democracia. En el caso de la Iglesia Católica, Cristo es la cabeza espiritual, mientras que el Papa es el líder de la institución.
Como Comunión, la Iglesia representa a la familia y la comunión, como se describe en el Nuevo Testamento. La Iglesia ofrece y supervisa los Sacramentos, que son una representación visual de la fe. La comunión es un ejemplo, donde el pan y el agua son bendecidos y convertidos en vino, y se comparte con la congregación. Las imágenes de Comunión y Sacramentos están estrechamente entrelazadas.
Como Heraldo o mensajero, la obra del Evangelio se extiende tanto dentro como fuera de la congregación. Este término se usa con más frecuencia en las religiones protestantes, y la fe católica romana suele llamar a esta imagen Transformador. En cualquier caso, el objetivo es "difundir la Palabra" y traer almas más fieles al rebaño.
Como siervo, la Iglesia enfatiza hacer buenas obras, como alimentar y vestir a los pobres. Se anima a todos los miembros a participar. La imagen de la comunidad se logra siguiendo las primeras cinco imágenes. Hacer eso hace de la Iglesia una gran familia donde todos son bienvenidos y nadie está realmente solo.