En geografía, el relieve local es la variación topográfica de un área específica. Como algunas áreas tienen una elevación constante en su topografía, se puede usar un mapa de relieve para representar los aumentos y disminuciones en la elevación.
Los mapas de relieve suelen diferenciar entre elevaciones utilizando imágenes tridimensionales, en color o sombreadas. Los mapas de relieve locales son útiles para los geógrafos porque proporcionan una imagen a escala de un área. Estas imágenes a escala ayudan a crear una comprensión general de una región que es demasiado grande para una evaluación precisa. Los mapas de relieve locales también ayudan a los geólogos a lo largo del tiempo porque la erosión del agua, así como los aumentos y disminuciones en la elevación, pueden rastrearse creando nuevos mapas a intervalos regulares. Establecer cómo la topografía de una región puede afectar el clima y determinar la idoneidad de un área para la agricultura son otras razones por las que los mapas de relieve locales son útiles.
Sin embargo, cuando se usan mapas de relieve para rastrear patrones geológicos en elevación, es esencial que el área que se está mapeando se mantenga consistente. Dado que la escala de un mapa de relieve es relevante para los puntos más altos y más bajos de una región específicamente designada, aumentar o disminuir los parámetros de la región que se está midiendo puede cambiar significativamente la escala al incluir áreas topográficas que varían significativamente en la elevación.