La materia blanca que se encuentra en las espinillas es un pus hecho de células muertas de la piel, aceite y bacterias. El sebo, un aceite natural producido en la piel, queda atrapado debajo de la superficie y forma un tapón. También se puede mezclar con bacterias en los folículos pilosos y causar inflamación.
Las espinillas contienen las bacterias para evitar que se propaguen. Al apretarlas, se rompe la piel y puede causar la propagación de las bacterias, lo que lleva a una infección. También puede dar lugar a cicatrices permanentes. Los tratamientos tópicos, como el peróxido de benzoilo o el retinol, son tratamientos generalmente efectivos. Las espinillas a veces se pueden prevenir mediante la exfoliación, que elimina la suciedad y las células muertas de la piel en la superficie y reduce la posibilidad de una ruptura. Las causas comunes de los granos son el estrés, los cambios hormonales y la mala alimentación.
