El clímax de la novela "Agujeros" de Louis Sachar tiene lugar cuando Stanley Yelnats y Zero están atrapados en un agujero lleno de infames lagartos de manchas amarillas. El alcaide de Camp Green Lake, un campo disciplinario los niños están inscritos, está parado afuera del agujero con una pistola. Aunque los niños están rodeados de peligro por todos lados, las lagartijas nunca muerden, el director nunca dispara y un abogado los rescata.
Stanley Yelnats, su padre y su abuelo han tenido mala suerte por generaciones. Desafortunadamente, el bisabuelo de Stanley no cumplió una promesa hecha a un gitano y se lanzó una maldición a la familia. Afortunadamente, Stanley se encuentra con el nieto del gitano, Zero, y revierte la maldición al llevar a Zero a una montaña.
El clímax del libro tiene lugar justo después de revertir la maldición. Durante años, el director de Camp Green Lake ha forzado a los niños con problemas a cavar hoyos en busca del tesoro perdido. Cuando encuentra a Stanley y Zero en el agujero, asume que han encontrado el tesoro enterrado.
Sorprendentemente, el tesoro fue robado originalmente al abuelo de Stanley Yelnat, y está marcado con su nombre, que también es Stanley Yelnats. Stanley y Zero reclaman el tesoro como propio, y su abogado los ayuda a salir del agujero. Se envían a casa, donde disfrutan de nuevas riquezas y de una vida sin maldición.