El bautismo en agua es la inmersión de un creyente en el agua por un ministro, sacerdote o alguna otra autoridad religiosa. El propósito de esta práctica es conectar y comprometer a la persona que se bautiza con la santa trinidad del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Algunos cristianos afirman que el bautismo en agua es un acto importante de obediencia a su fe. Ellos creen que esto limpia al creyente del pecado y los pone en un camino de justicia. En el Nuevo Testamento de la Biblia, Juan el Bautista fue enviado por Dios para anunciar la venida de Jesús y bautizar a quienes creían en el mensaje.