El número nueve aparece 49 veces en la Biblia y se usa para simbolizar integridad o finalidad divina. Por ejemplo, se dice que Cristo murió en la novena hora del día.
El número nueve aparece prominentemente en las Escrituras como el número de juicio y finalidad. Debido a que es el dígito final, representa la conclusión de un asunto. Por ejemplo, existen nueve generaciones entre Adán y Noé, con el diluvio como el juicio final. El número nueve también puede simbolizar los nueve frutos del Espíritu Santo que se encuentran en Gálatas, entre los que se encuentran la fidelidad, la amabilidad, la bondad y la alegría.