Un país desarrollado es aquel que ha alcanzado un cierto nivel de industrialización y rendimiento económico. Las definiciones y los estándares específicos varían, pero un país desarrollado normalmente tiene una economía estable, un producto interno bruto en crecimiento y razonable por ingreso capita.
El término "país desarrollado" se usa para describir libremente un país como algo que es, en cierto modo, autosuficiente. La declaración económica y la estructura del gobierno son lo suficientemente fuertes como para proporcionar acceso a recursos y oportunidades económicas. En contraste, las naciones subdesarrolladas o en desarrollo dependen más del apoyo de otras naciones y agencias para proporcionar los recursos necesarios a sus poblaciones. El nivel de desarrollo económico en un país también afecta su estado comercial y su relación con los Estados Unidos.