Las personas escuchan música para controlar su estado de ánimo, para mejorar un entrenamiento, para vincularse con otras personas y como una distracción de la vida diaria. Escuchar música puede brindar beneficios de salud a las personas que sufren ciertas condiciones , como el dolor crónico de espalda y la pérdida de memoria.
La música proporciona placer al oyente y ayuda a manejar emociones negativas como el estrés y la ansiedad al proporcionar un escape. Los oyentes pueden sentirse mejor si una canción describe emociones similares a lo que están sintiendo. La música puede estimular emociones positivas al entretener al oyente, y puede ser una experiencia personal y social. Cuando se usa en un ambiente grupal, la música puede dar a las personas algo para discutir o unirlas a través del baile. Ciertas canciones, como himnos nacionales o canciones escolares, pueden unir a un grupo de personas.
Los oyentes pueden usar la música para distraerse del aburrimiento durante un viaje en automóvil. La música, especialmente la música clásica, beneficia a las personas con dolor de espalda o muscular al relajar la tensión muscular y psicológica. La música puede reducir la ansiedad y mejorar la orientación en personas con pérdida de memoria. También influye en la identidad personal. Las personas pueden aprender sobre sí mismas a través de sus elecciones musicales, ya que los géneros o canciones favoritos de una persona pueden ser una forma de expresión personal.