Los alimentos que consumen los europeos dependen del país y la región de Europa en que viven. Los residentes del norte de Europa, como el Reino Unido, Francia y Alemania, generalmente tienen comidas que consisten en una porción grande de carne y un lado pequeño de vegetales. En el sur de Europa, como Italia, España, Portugal y Grecia, las comidas se basan en productos de granos y contienen grandes cantidades de frutas y verduras.
Cada país de Europa tiene su propia cocina tradicional, pero la influencia de la cocina de cada país es significativa. La comida consumida en cada país por diferentes personas puede variar ampliamente debido a la diversidad que existe dentro de las culturas. La dieta del norte de Europa, al igual que la dieta norteamericana, tiende a ser más baja en cereales integrales, frutas y verduras, aunque todos los europeos comen mucho menos maíz que los estadounidenses.
El sur de Europa, con el que se agrupa el sur de Francia, tiene una comida diferente a la del norte de Europa debido a los diferentes climas y las influencias de las culturas musulmana y asiática. La mayoría de los países del sur de Europa comen alimentos similares, pero el método de preparación y presentación varía de un país a otro. Los europeos del sur comen carne roja, pollo y huevos con moderación, aunque el pescado y el vino tinto son populares.