Los detectores de humo con cableado también contienen baterías como un plan de respaldo. Una batería garantiza que la alarma aún funcione incluso en el caso de un apagón. Las alarmas emiten un pitido o chirrido si la batería está baja para alertar a los usuarios para que las reemplacen.
A partir de 2015, los códigos de construcción actuales requieren que los sistemas de alarma de detector de humo estén conectados al sistema eléctrico de la vivienda, pero también requieren la batería de respaldo. Las baterías de estos sistemas deben reemplazarse una vez al año, y todo el sistema debe revisarse una vez al mes. Los especialistas en protección contra incendios recomiendan reemplazar sistemas completos cada ocho a 10 años.
Los sistemas cableados deben estar conectados entre sí. Esto asegura que todo el sistema suena apagado cuando se activa una alarma, creando una alarma que se puede escuchar en toda la vivienda. Los sistemas deben constar de un detector de humo en varios lugares de la vivienda: uno en cada nivel, incluido el sótano; uno en cada habitación; y uno en la cocina y áreas comunes.
Los fallos de funcionamiento pueden hacer que el sistema se apague en una falsa alarma, y estas incidencias se pueden ver como pruebas para el sistema. Cuando ocurre una falsa alarma, el sistema se puede reiniciar con solo presionar un botón.