En El crisol, Abigail amenaza con visitar a las chicas por la noche y hechizar a cualquiera que exponga su plan. También amenaza con hacer que se arrepientan de ver cómo se pone el sol si la traicionan.
Abigail obliga a las niñas a seguir sus planes amenazando con la brujería y la violencia contra cualquiera que exponga su acto de beber sangre y conjurar un hechizo contra la esposa de John Proctor, Elizabeth. Cuando Mary Warren acusa a Abigail y los demás de mentir, el grupo la acusa de brujería para dañar su credibilidad ante el tribunal.
Abigail es representada como un personaje testarudo que usa todos los medios posibles para lograr sus objetivos. Su plan es deshacerse de Elizabeth porque está locamente enamorada de John Proctor. Ella comienza su plan acusando a un vagabundo y borracho de la ciudad, lo que establece su credibilidad en la comunidad. Luego acusa a Elizabeth, por lo que el tribunal no tiene más remedio que escuchar sus quejas.