Los hindúes tienen prohibido comer la mayoría de los alimentos de origen animal, como huevos, pescado, pollo o carne. Los hindúes muy estrictos también mantienen el alcohol, la cafeína y otros estimulantes fuera de sus dietas.
Los alimentos de origen animal no están autorizados por los textos religiosos y no se consideran aptos para el consumo humano, por lo que una buena parte de los hindúes son vegetarianos. Las vacas son consideradas criaturas sagradas, por lo que el consumo de carne de res está totalmente prohibido y el acto de matar una vaca se considera un pecado. La comida es una parte profunda de la religión hindú, y lo que se consume se come para honrar tanto al cuerpo como a los dioses. Las restricciones dietéticas también dependen de la zona, ya que en ciertas partes de la India a los hindúes se les permite comer pescado como "frutos del mar", mientras que en otras áreas no lo son.
Los profesionales más estrictos también evitan los hongos, el ajo, la cebolla, el alcohol y el café o el té si contienen cafeína. Se dice que evitar el ajo y las cebollas se debe a que el olor es ofensivo para el Señor Krishna, mientras que se ve que los hongos se cultivan en tierra sucia. Si se ingiere alcohol, el practicante debe bañarse antes de intentar ingresar al templo, ya que la religión y la dieta se entrelazan.