Es posible tener un anillo de oro galvanizado con platino. En este proceso, el anillo de oro se sumerge en una solución que contiene un ion disuelto de platino. Se aplica una corriente eléctrica, lo que hace que el ion platino se adhiera al anillo de oro en una capa muy delgada.
Las profundidades típicas de estos recubrimientos varían de 0.5 a 5 micrones. La galvanoplastia con platino se aplica a las joyas para mejorar la apariencia y la durabilidad, ya que el platino tiene un brillo más puro que el oro y no se deslustra ni se oxida. Un anillo de oro que se ha galvanizado con platino varía en color desde el blanco al gris mate dependiendo del acabado original del anillo de oro, el proceso de activación preciso y el espesor del recubrimiento de platino aplicado.