Aunque la lechada nueva se puede aplicar sobre la lechada vieja, no se recomienda. Las capas antiguas y nuevas no se adhieren entre sí; Esto no es más que una solución temporal. El problema inicial es probable que se repita.
Para corregir correctamente el agrietamiento, astillado y otros problemas de la lechada, primero se debe quitar la lechada vieja. El polvo y los residuos deben limpiarse cuidadosamente para proporcionar una buena superficie a la que se pueda adherir la nueva lechada. Durante el proceso de aplicación, la lechada debe presionarse bien en las grietas para asegurarse de que no haya huecos que interfieran con la máxima adherencia.