Los conejos pueden consumir hasta dos cucharadas de uvas sin enfermarse. Aunque las uvas no son particularmente tóxicas, sus efectos negativos para la salud en los conejos son similares a los de otros alimentos azucarados, incluidas las zanahorias. El tracto digestivo de un conejo depende de grandes cantidades de fibra para mantenerlo en funcionamiento, y los alimentos azucarados pueden interferir con su delicado equilibrio digestivo.
Contrariamente a la creencia popular, la dieta de un conejo consiste principalmente en pasto fibroso y heno, no en frutas o vegetales de raíz. Si se permite que el conejo consuma uvas y otros alimentos azucarados en grandes cantidades, las bacterias dañinas pueden acumularse en los intestinos y causar enfermedades. Además, una dieta rica en frutas azucaradas y baja en fibra puede causar estasis gastrointestinal, una condición potencialmente mortal en la cual el tracto digestivo se cierra.