En "El crisol", el reverendo John Hale es un experto en brujería que está emocionado de poder poner su conocimiento a buen uso. Pasa por una transformación en el juego, y sus puntos de vista se alteran dramáticamente.
Al comienzo de la obra, el Reverendo Hale es un ministro muy respetado, confiado en sí mismo y en sus creencias. Intenta que las presuntas brujas confiesen y alienta a los testigos a que testifiquen en los juicios de brujas de Salem. El entusiasmo de Hale le permite ser manipulado por Abigail Williams. Él quiere encontrar la verdad pero no investiga la evidencia a fondo. Hale cambia de rumbo y apoya a quienes se oponen a las pruebas después de darse cuenta de que están diciendo la verdad, pero ya es demasiado tarde. La confianza de Hale se rompe después, ya que duda del sistema judicial y su creencia anterior en la brujería. Hale siente tristeza por la muerte de personas inocentes, y trata de evitar que los acusados sean ahorcados alentándolos a confesar. Su deseo de que la gente mienta en lugar de ser ahorcado demuestra que ha perdido toda fe en la justicia. Hale se siente devastado cuando no puede convencer a nadie para que confiese, pero tiene un nuevo respeto por la fe mostrada por aquellos a quienes había acusado anteriormente.