Un mal olor a pescado que emana de un perro puede indicar glándulas anales con respaldo. La descarga de glándulas anales o sacos es normal cuando un perro vacía sus intestinos.
Para otro perro, la descarga señala el estado, ya sea la condición física o el sexo. Las glándulas anales mal drenadas causan malestar y presión. Moverse por el suelo es un intento de aliviar la condición. Los perros también lamen y muerden sus partes traseras. Un viaje al veterinario está en orden, pero el proceso es sencillo: compresión manual. Las comidas ricas en fibra previenen las glándulas anales impactadas porque las heces con textura fuerte y saludable aplican presión en los sacos, lo que promueve incluso el vaciado.