Aunque la frase "seis pies debajo" se remonta a una ley inglesa de siglos de antigüedad, las tumbas modernas en los Estados Unidos son tan superficiales como 4 pies. Como reacción al brote de peste de 1665, el alcalde de Londres promulgó una ley que exige que todas las tumbas tengan al menos 4 pies de profundidad.
A partir de 2012, la mayoría de los estados requieren al menos 18 pulgadas de suelo por encima de un ataúd, o 2 pies de tierra por encima de un cuerpo no cerrado. En la ciudad de Nueva York, si el ataúd está contenido dentro de una bóveda de concreto, la parte superior del ataúd debe tener al menos 2 pies de suelo. Si el ataúd no está en una bóveda de concreto, se requieren al menos 3 pies de tierra, aunque no hay un requisito estatal. Con un ataúd promedio de aproximadamente 30 pulgadas de alto, un ataúd enterrado sin una bóveda de concreto requeriría una tumba de 5 pies, 6 pulgadas de profundidad, que es casi la profundidad de 6 pies de la ley vigente.
El entierro moderno típico incluye un cuerpo embalsamado sellado en un ataúd de metal; Sin embargo, hay alternativas. Un entierro "verde", también conocido como entierro "natural", involucra un cuerpo sin empalmes enterrado en telas de tela o un simple ataúd de cartón o madera blanda, como el pino. Según Grave Matters, esta práctica es un retorno a una práctica que una vez fue estándar en los Estados Unidos. En este estado, el cuerpo vuelve a unir los elementos naturales con el tiempo.