Irlanda es famosa por su música, bailes populares, paisajes verdes y producción de cerveza y whisky. Otra fuente notable de la fama de Irlanda es su rica tradición mitológica. Muchos turistas acuden a Irlanda para ver sus pintorescos castillos y ruinas históricas, y el más famoso es el Castillo de Blarney, hogar de la Piedra de Blarney. Según la tradición irlandesa, esta losa plana supuestamente bendice a los que cuelgan boca abajo y la besan.
Dublín recibe más visitantes que todas las demás ciudades irlandesas. Es el hogar del Libro de Kells, un manuscrito iluminado profusamente ilustrado que contiene los cuatro evangelios. Dublín también alberga el Guinness Storehouse, un popular destino turístico con un significado especial para los aficionados a la cerveza. La estructura de siete pisos incluye un museo, un bar y una gran tienda.
Irlanda contiene tres sitios del Patrimonio Mundial, incluido el enorme complejo neolítico llamado Brú na Bóinne. Ubicado en el condado de Meath, Brú na Bóinne cuenta con una gran variedad de imponentes monolitos, cámaras funerarias subterráneas y otros restos de los antiguos celtas que habitaron la zona miles de años antes del nacimiento de Cristo.
Los entusiastas de la naturaleza disfrutan visitando el Parque Nacional Killarney, el más antiguo de Irlanda. Contiene el único rebaño salvaje de ciervos, los mamíferos más grandes nativos de Irlanda. Según el Parque Nacional de Killarney, sus lugares más populares incluyen el Castillo de Ross, la Cascada Torc, los Yew Woodlands y los extensos Oak Woodlands.
