Enrique VIII cambió la religión de Inglaterra porque la iglesia católica no le concedería el divorcio de Catalina de Aragón. Cuando el papa Clemente VII se negó a otorgar una dispensa especial para anular el matrimonio, Enrique consiguió El arzobispo de Canterbury cumplió y se declaró jefe de la iglesia.
Enrique VIII se casó con Catalina de Aragón en 1509, pero en la década de 1520, el rey aún carecía de un heredero varón. Henry decidió que quería que se anulara el matrimonio, utilizando el argumento de que, puesto que Catalina había sido viuda de su hermano, había sido una unión que violaba las leyes de la Biblia y debía ser anulada. Sin embargo, el papa Julio II le había dado a Henry una dispensa papal para casarse, por lo que el papa Clemente VII se negó a contradecir esa dispensa y declaró inválido el matrimonio. Henry enfurecido aseguró su divorcio de un Arzobispo amigo y luego se movió contra todo el establecimiento religioso.
Henry usó el Estatuto de Praemunire, un acto aprobado en 1392 que prohibía la lealtad a los gobernantes extranjeros o al Papa, para exigir la lealtad del clero en Inglaterra. Exigió un pago masivo a cambio de un "perdón" de sus crímenes, y en el proceso se había declarado el jefe de la iglesia. Durante el resto de su reinado, Henry destruyó constantemente el poder de la iglesia católica en Inglaterra y estableció una nueva fe.