Gregor Mendel eligió las plantas de arveja para sus experimentos porque son fáciles de criar, tienen muchas crías por apareamiento, pueden fertilizarse a sí mismas y tienen variedades en genotipo y fenotipo que son fácilmente observables. Estas características hacen que la arveja Plantas ideales en el estudio de la genética y la herencia.
Mendel observó que sus plantas de guisantes tenían varias características físicas distintivas, como el tamaño de la planta y el color de los guisantes, que se regían básicamente por dos alelos o formas de genes. En general, las plantas de arveja crecen bien con un mínimo de supervisión y cuidado. Pueden auto-fertilizarse, por lo que Mendel podría polinizar las plantas él mismo. La gran cantidad de crías producidas por apareamiento le dio a Mendel un buen número de plantas para observar y calcular las proporciones de alelos dominantes y recesivos.