Aumento de la demanda de madera, papel y productos forestales; fallas en la gobernanza forestal y en los mercados forestales; fracaso de la política forestal; corrupción; y la pobreza son algunas de las causas de la tala ilegal. Si bien el comercio de madera es de importancia económica, muchos consumidores de madera, como la Unión Europea, no tienen forma legal de detener la importación de productos forestales de origen ilegal.
Es difícil identificar la madera comercializada ilegalmente. Legalmente, no existen leyes contra productos de madera o importaciones hechas de madera ilegal. La tala ilegal lleva a la destrucción de bosques y la pérdida de biodiversidad. También tiene impactos económicos y sociales en los pobres. Muchas comunidades pobres que viven cerca de los bosques se benefician de los productos forestales. Sin embargo, a medida que la demanda de madera sigue aumentando, estas comunidades pobres pierden la oportunidad de las empresas madereras y los poderosos intereses.
Además, la tala ilegal a menudo se asocia con el crimen organizado, la corrupción, los abusos a los derechos humanos, los conflictos violentos y el lavado de dinero. Socava la gestión forestal adecuada, reduce los ingresos de los países productores y fomenta la evasión fiscal y la corrupción.
La deforestación causada por la tala ilegal conduce a la erosión del suelo. Los científicos también han encontrado vínculos entre la deforestación y el calentamiento global. La tala ilegal afecta a los pueblos indígenas, ya que no tienen ningún derecho legal sobre la tierra en la que viven. Por lo tanto, las empresas madereras y los gobiernos pueden beneficiarse de los bosques al desalojar a estas personas.