Según los Diccionarios de Oxford, la fantasía es algo que produce la imaginación, mientras que la realidad es algo que existe independientemente de la mente. La comprensión de la realidad de una persona se ve afectada por las leyes de la física. Interacciones sociales y construcciones, economía, política y ciencias.
Los seres humanos experimentan la realidad a través de cinco sentidos: vista, tacto, olfato, oído y gusto. La comprensión del mundo externo se desarrolla no solo a partir de la información recopilada a través de los órganos sensoriales, sino también a través de hechos y teorías sobre la forma en que funcionan las cosas en el mundo. Como resultado, es probable que la percepción de la realidad de una persona cambie con la introducción de nuevos hechos y teorías sobre la realidad de las cosas.
Por otro lado, la fantasía no está limitada por los hechos y las teorías acerca de cómo funcionan las cosas, sino por la imaginación de un individuo. Algo es una fantasía si está en conflicto con los hechos aceptados sobre la realidad. Por ejemplo, si una persona dijera que vio a un cerdo volando en el cielo, su reclamo se consideraría fantástico dado el entendimiento general de que los cerdos no pueden volar. La fantasía también se relaciona con eventos que tienen lugar en obras creadas a través de la imaginación de otros, como programas de televisión y libros.