Los seres humanos deben conservar los recursos naturales para garantizar que haya suficiente para la próxima generación. Esto es especialmente necesario para los recursos no renovables.
Los recursos no renovables incluyen combustibles fósiles como el petróleo, el carbón y el gas natural. Aunque estas cosas son recursos que ocurren naturalmente, son limitadas. Los esfuerzos de conservación aseguran que estos valiosos recursos no se desperdicien y se usen de manera más eficiente.
Los recursos renovables son aquellos que se pueden reponer naturalmente o con la ayuda de los humanos. Las plantas y los árboles son ejemplos de recursos renovables. Debido a que la población humana se ha disparado, los recursos renovables han disminuido dramáticamente. Para que las personas tengan un lugar donde vivir, se están expandiendo a bosques y otras áreas boscosas, cortando plantas y árboles a medida que avanzan. Las plantas pequeñas pueden recuperarse rápidamente, pero los árboles grandes y los bosques necesitan cientos de años para ser reemplazados. Asegurarse de que la vida de las generaciones futuras sea tan abundante como lo es hoy depende del uso adecuado de los recursos naturales.
Dos tipos de energía que permiten conservar los recursos naturales del mundo son la energía solar y eólica. La energía solar aprovecha la energía del sol y la energía eólica convierte el viento natural en electricidad. Ambos recursos son infinitos, limpios y buenos para el medio ambiente.
