Tanto el bicarbonato de sodio como el vinagre pueden aliviar la picadura de una avispa o una abeja, pero el bicarbonato de sodio es el remedio más común. Una pasta espesa de bicarbonato de soda y agua se aplica directamente sobre la picadura puede neutralizar el dolor y reducir la picazón.
Otros remedios caseros comunes incluyen frotar la picadura con una cebolla cruda, una papa cruda o el jugo de un limón. Muchas personas, incluido Chris Brantley en un artículo para "Slate", recomiendan usar un ablandador de carne que contenga la enzima papaína que supuestamente descompone las toxinas en el veneno. Algunos recomiendan aplicar pasta de dientes. La eficacia de cualquiera de estos remedios solo puede determinarse por uso personal. Uno de los remedios más efectivos y universales es el hielo, que adormece el dolor y evita la hinchazón por la constricción de los vasos sanguíneos.