Las personas que alimentan conejos bebés deben recibir capacitación sobre la técnica y el horario adecuados. Muchos conejos bebés mueren a causa de personas sin experiencia que intentan alimentarlos y lesionan o les dan demasiada alimentación.
Los conejos bebés son muy frágiles y pueden morir solo por el estrés o por las lesiones causadas por un manejo sin experiencia. También deben alimentarse con cantidades y tipos de alimentos muy específicos según su edad y tamaño, y la sobrealimentación puede provocar una afección llamada hinchazón, que a menudo es mortal. Los conejos silvestres huérfanos deben ser entregados a un especialista experimentado en rehabilitación de vida silvestre si es posible, y los dueños de conejos huérfanos deben trabajar con un veterinario u otro especialista para aprender cómo cuidarlos.