En el mundo animal, los perros no tienen la boca especialmente limpia. Por ejemplo, si están permitidos, se involucran en prácticas como comer basura y lamer el trasero de otros perros. Estos hábitos ayudan a que los gérmenes se acumulen.
Hay varias razones por las que los perros tienen la reputación de tener la boca limpia. Las personas observan que los perros lamen las heridas cuando están lesionados, y esa actividad parece promover el proceso de curación. Sin embargo, no es porque la saliva esté especialmente limpia. El proceso de limpieza elimina el tejido muerto y aumenta la circulación. Además, los perros no parecen transmitir gérmenes a los humanos cuando se "besan". Sin embargo, muchas enfermedades infecciosas, pero no todas, son específicas de ciertas especies, por lo que no se transmiten a otro tipo de organismo.